Lejos de mejorar las expectativas para el próximo año no hacen sino empeorar según nos adentramos en el otoño. Mientras elGobierno parece fiar todo a una recuperación de la economía en 2013, los datos que van saliendo no hacen sino ensombrecer, cada vez más, el panorama. La economía es una ciencia sumamente inexacta, pero existen algunos indicadores que pueden anticipar, con una razonable seguridad, lo que ocurrirá en los siguientes meses.
El primer dato es el PMI (conocido en español como Índice de Gestores de Compra) de los servicios, que consiste en una encuesta que se realiza a los empresarios y en la que informan de las condiciones de su negocio. Históricamente ha demostrado ser uno de los mejores y más precoces indicadores, por lo que nos puede decir mucho sobre lo que nos ocurrirá próximamente. Y lo que nos dice es sumamente preocupante (empieza a serlo cuando baja de 50), ya que este índice se mantiene en niveles bajísimos desde hace muchos meses y, lo que es peor, empeorando últimamente (40,2).
Una segunda encuesta que se realiza a empresarios (el índice de demanda en los servicios) se ha hundido aún más en septiembre (-49,2) que el indicador anterior, lo que nos presenta un panorama deplorable que ha sorprendido a casi todos los expertos. Además, la opinión de los ciudadanos sobre la situación de la economía (índice de confianza de los consumidores, ICC) se mantiene igualmente en unos niveles lamentables, mínimos desde siempre, a partir del verano.
Un panorama mucho más sombrío que el de un año antes
La importancia que tienen estos datos es que son los que nos indican lo que va a ser de la economía, y especialmente del empleo, varios meses antes. Y lo que nos adelantan es realmente malo. Si comparamos con lo que veíamos hace un año, el PMI se halla 5 puntos más abajo, la demanda en servicios disminuye 25 puntos y la confianza de los consumidores ha caído más de 10 puntos.
Los datos en 2011 ya eran pesimistas, y lo que vimos a lo largo del siguiente año fue una destrucción de 620.000 empleos. Siendo como son los resultados actuales mucho peores que los de entonces, desgraciadamente para los próximos meses no podemos esperar sino una evolución mucho peor del mercado de trabajo, la principal preocupación de los españoles.
Se acaba el oxígeno que aportaban las exportaciones
Las noticias que llegan de fuera son realmente nefastas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) nos dice que 2013 será un año pésimo para la economía mundial, y fiando como estamos la mayor parte de nuestras esperanzas al incremento de las ventas de nuestras empresas en el extranjero, no cabe duda de que las probabilidades de que esas esperanzas se frustren es cada vez mayor, lo que empeorará aún más las cosas en nuestra maltrecha economía.
¿Y qué decir del déficit público? El Gobierno cree que la recaudación subirá con fuerza, pero con una economía en caída libre –y acelerada–, por muchas subidas de impuestos que aplique Montoro (lo que hará con toda probabilidad), las esperanzas de incrementos en la recaudación se verán con seguridad truncadas, aumentando sobremanera otra vez la presión sobre España. En conclusión, sólo podemos aconsejar una cosa sobre nuestro futuro inmediato, y es que si a finales de 2011 pensaron que 2012 sería malo, es porque aún no habían visto los indicadores adelantados para 2013.
fuentes http://financialred.com
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