miércoles, 30 de enero de 2013

Un modelo soberano

En la presentación del libro Ser del Barça es..., de Juanjo González y Eduardo Gonzalo (RBA), Carles Rexach dijo algo que podría ser la tesis de otra obra: el fútbol del Barça es muy difícil de copiar porque se necesita un determinado tipo de jugadores y una filosofía distinta sobre este deporte. El exfutbolista y extécnico azulgrana lo explicó así: "En el fondo, la gente no cree en este fútbol que practica el Barça. Si uno pone a la venta a los dos Xavi, el azulgrana (Hernández) y el del Madrid (Alonso), muchos clubs elegirían a este último, cuando el mejor es el otro. Al azulgrana le encontrarían demasiado bajito, que salta poco o que no corre. Al madridista lo valorarían precisamente por lo contrario. Sin entender que, si hay un futbolista único, es Xavi Hernández, porque sabe jugar el balón sin que se lo quiten, porque acierta a mover el equipo como nadie, porque sabe llevar a cabo una asistencia en el momento preciso. Aún hoy, a pesar de que el método Barça es una fórmula magistral, la gente es del otro fútbol porque les parece más fácil y de menos riesgo".

Rexach es uno de estos personajes que sueltan verdades como puños, así que afirmó que el modelo Barça es distinto al resto porque pone el acento en no perder la pelota, cuando el resto se centra en robarla al contrario. Se trata de mover el balón, no de correr detrás de él. Se cuida el talento en lugar de la garra. La palabras del exentrenador recordaron las que en su día escribió Valdano acerca del fútbol que jugaba el Barça de Cruyff: "Su fútbol siempre navegó a contracorriente. En un país que se había creído la mentira de la furia hasta el punto de convertir el talento en algo secundario, y en un momento donde pressing era sinónimo de modernidad, él se aferró a lo más viejo del mundo, el balón. Despreció con saña y reincidencia el funcionamiento defensivo; eligió buenos jugadores y un orden atrevido; insistió en el hábito del toque para monopolizar la posesión y, a los dos años, la pelota ya se había puesto de su lado danzando a una velocidad que contagiaba risa. Ganó más que nadie, pero su revolución no es estadística. Activó la cantera como ninguno, pero su revolución no es productiva. Cruyff creó una nueva corriente".

Volviendo a la disertación de Rexach en la sede de RBA, este valoró que el público azulgrana ha acabado por reconocerse en esta forma de jugar al fútbol, entendiendo que los jugadores formados en la Masia son la semilla de esta filosofía. "Eso se ha conseguido con el paso del tiempo. La gente del mundo del fútbol visitan nuestras instalaciones, vienen a conocer el fútbol base, y fichan a futbolistas y a entrenadores a la búsqueda de nuestro secreto. Pero el único misterio ha sido creer en lo que hacíamos y darle continuidad en el tiempo. No ha sido fácil, pero la línea de trabajo se ha mantenido. Es más, los aficionados han pasado de pedir fichajes de los cinco continentes a criticar algunas incorporaciones convencidos de que en la cantera existen futbolistas igual de buenos o incluso mejores. Por otro lado, tampoco es sencillo para los que vienen entrar en esa dinámica que el resto de futbolistas conocen desde niños". Ciertamente, el Barça cuenta en los últimos años con una generación de jugadores única, de extraordinario talento, que ha permitido que en algún partido el once estuviera formado sólo por jugadores de la cantera, lo que hace unos años hubiera parecido un sueño. O una quimera. Pero la realidad es que esta filosofía azulgrana, potenciada por el talento de esta generación, está permitiendo disfrutar a los aficionados como nunca. El fútbol del Barça es soberano y proclamarlo no es ningún reto al Estado. El Diccionario no ofrece duda, pues soberano es el que ejerce una autoridad suprema, pero también algo excelente y no superado. Así de claro.

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