nte una situación en la que necesitamos un avance de dinero, podemos contemplar principalmente dos opciones: los minicréditos y las tarjetas de crédito. Estos dos productos tienen un punto en común: sirven para financiarse a corto plazo, en vistas a un próximo ingreso. Pero sus condiciones son totalmente diferentes y éste es el punto al que debemos prestar más atención, según advierte la web de productos bancarios HelpMyCash.com.
Para empezar, los intereses que cobra la tarjeta de crédito son siempre mucho más bajos que los que aplican los minicréditos. Estamos hablando de aproximadamente un 45% de interés mensual en los minicréditos (ViaSMS, Préstamo10, CréditoMovil...) frente a un 2% mensual en las tarjetas de crédito (Tarjeta Citi Oro, Tarjeta EVO Banco...), lo que deja pocas dudas sobre cuál es más rentable para el cliente.
Sin embargo, conseguir una tarjeta de crédito no es tan rápido ni sencillo, especialmente en el mercado actual. En general, una entidad bancaria en 2012 no concede tarjetas de crédito hasta comprobar los ingresos y regularidad del cliente durante algunos meses previos. Por eso, si necesitamos financiación urgente por un imprevisto como una avería o una multa de tráfico, y no podemos esperar a que la entidad financiera estudie si nos concede o no la tarjeta, tendremos que recurrir a un minipréstamo.
En conclusión, estos créditos rápidos son solo una buena opción para personas que no tengan una tarjeta de crédito o hayan excedido el crédito de la misma.
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