domingo, 30 de diciembre de 2012

Acuñemos una moneda catalana (o muchas)


Traté de plantear en otro post sobre un nuevo super estado europeo  en vías de construcción, -tan sensible a los principios democráticos como la República Popular de China-,  que lo que de verdad está  poniendo en grave peligro la soberanía democrática  de pueblos como el catalán o el español, es el euro.
Es triste decirlo pero el sueño de nuestros padres fundadores, -Felipe Gonzalez, Jordi Pujol, Jose Maria Aznar et alias-todos ellos poco versados en las teorias de  areas óptimas cambiarias, se ha convertido en una pesadilla (aunque no para ellos) en la  que todos los pueblos de economías deudoras como la nuestra se encuentran atrapadas en una death spiral (espiral de muerte ) de austeridad ,  recesión y creciente insolvencia,. Mientras, ni tan siquiera nuestros carceleros en los países acreedores parecen estar disfrutando demasiado.
Al igual que el patrón oro en los años veinte y treinta, el euro obliga a los países deudores (Francia, Italia, España, Irlanda, Portugal, Grecia) a realizar ajustes interminables en un proceso agonizante de devaluación interna (léase duros recortes sociales y salariales) mientras que los acreedores en el bloque germano no aumenten su propio gasto para ayudarnos a buscar un hueco entre los  barrotes lo bastante amplio para salir.
No es facil vislumbrar una salida de esto que no suponga la pérdida de muchos más  derechos y poderes soberanos siempre vinculados   al unico espacio democrático que el mundo conoce: el estado nación. Pero , como se explica en un articulo en La Vanguardia hoy en Grecia, con el apoyo de la coalición de izquierdas Syriza, se empieza a buscar formas para intentar recuperar algo de la soberanía económica local ,  regional  y nacional  mediante redes de intercambio y la creación de nuevas monedas.  ”Hay que complementar el euro con monedas a nivel regional; no son sustitutos de la moneda única sino complementos”,  me dijo Leander Bindewald, especialista en divisas complementarias de la New Economics Foundation en Londres. “Lo importante es elevar la diversidad en lugar de sacrificarlo todo ante una sola divisa potente”. Ya ocurre espontáneamente, añade. “En tiempos de crisis las monedas aparecen en todas partes para llenar el agujero”.  Geoff Mulgan el fundador del think tank Demos, y ex asesor de Tony Blair, es uno de los defensores de la creación de  miles de monedas locales, una idea plasmada en la libra de Brixton diseñado por el NEF y por NESTA, el instituto de Mulgan.
Es posible que las nuevas monedas paralelas sean un sueño imposible de la izquierda utópica pero por lo menos no van a hacer tanto daño como aquel sueño de Helmut Kohl , Felipe Gonzalez y Jordi Pujol. Y, aplicada al debate sobre soberanía en España y Catalunya, es posible que esto sea una aportación novedosa. Sería un camino hacia adelante para el soberanismo catalán que no pasara por la discutible tesis  (que un psicologo freudiano quizas calficaría como delusionary) de que Catalunya es una economia altamente productiva, exportadora , con una ética de trabajo más del norte luterano  que del sur católico o otomano, un pais que sí puede vivir con el euro a diferencia de la España retrasada en Andalucia y Extremadura. Gracias a las nuevas teorías sobre redes regionales de trueque y monedas complementarias,  quizas el camino independentista podría ser otro: la recuperación de la soberanía mediante  la creacion de redes catalanas  de intercambio , con sus propias divisas. Ya existen a escala local. (ver el comentario abajo de Eduard Folch sobre Aiguafreda, Centelles y La Garriga)
¿Por qué no incorporar al debate sobre el soberanismo la economía alternativa local y regional, con redes de trueque y monedas complementarias? ¿Por qué no inyectar el espiritu ácrata en el catalanismo como en otros tiempos?
Hay ejemplos historicos muy interesantes. En julio de 1932, mientras se profundizaba la Gran Depresión, el alcalde del pequeño pueblo austriaco de Wörgl, en la frontera con Baviera, tomó una decisión radical. Bajo la influencia de las ideas revolucionarias del  Silvio Gesell, ministro de Hacienda en el sóviet de Baviera en 1919, el Ayuntamiento de Wörgl creó una nueva moneda paralela al chelín austriaco. No era una divisa cualquiera, ya que perdía valor si no se gastaba. Gesell había propuesto crear dinero  local oxidable , es decir, que debería ser gastado o invertido con el fin de reactivar la economía en tiempos en los que el miedo escénico paralizaba toda actividad económica.
Fue una idea aplaudida por el líder de la revolución contra la ortodoxia en el Reino Unido y EE.UU., John Maynard Keynes, que  consideraba las ideas de Gesell como una forma de superar la parálisis económica creada por la llamada trampa de la liquidez en la que el miedo desincentivaba toda actividad económica de consumo o inversión.
En Wörgl se utilizó la nueva moneda para pagar a funcionarios del Ayuntamiento, a los trabajadores contratados para un nuevo programa de obras publicas municipales, así como los subsidios a los parados. La clave de este freigeld (dinero gratuito) para reactivar la economía local era que se tenía que comprar un sello que se pegaba al billete cada mes que pasa-ba sin gastarlo. La gente dejaba de ahorrar y gastaba libremente, lo que elev la velocidad de circulación del dinero y dio un fuerte impulso a la economía local. Es más, hasta pagaba sus impuestos retrasados en la moneda local. Al cabo de un año se había eliminado el desempleo en el pueblo, y el Ayuntamiento estaba en superávit.
Pasó algo parecido en Suiza en los años de la Gran Depresión cuando un grupo de empresarios decidió que no iba a pagar tipos de interés tan prohibitivamente altos como los que pedían los bancos y crearon su propia moneda, que les permitiría establecer un sistema de crédito interempresarial sin intereses. La red Wir aún existe hoy y ha crecido hasta contar con 60.000 socios.
Luego en Argentina durante la crisis a finales de los noventa, se multiplicaron las  monedas alternativas y  decenas de miles de usuarios crearon auténticas economías paralelas a la restrictiva caja de conversión con el dólar, recetada por el FMI (aprendio su lección) Aunque, al final, la falsificación acabó con el experimento de autogestion argentina.
Bindewald y otros economistas ecológicos -notablemente los del think tank alemán Monneta.org- creen que divisas regionales o locales pueden ayudar a evitar el colapso del euro. Syriza, en Grecia, está apostando por esa idea también. “Las divisas paralelas se están adoptando para complementar el euro en países y regiones sub-nacionales”, explica Christian Gelleri, uno de los economistas alemanes que están detrás del experimento de la localidad alemana de Chiemgau que creó una moneda paralela oxidable en el 2003. Otros ejemplos son los municipios británicos de Bristol y Brixton, que crearon monedas locales con fecha de caducidad para acelerar la velocidad de circulación y estimular la actividad económica.
Quienes de verdad quieren recuperar soberanía para Catalunya y para el resto de los pueblos europeos sometidos al yugo del euro  podrian seguir su ejemplo y , en lugar de soñar con una Catalunya  tan hecha a la medida del euro como los empresarios de Munich , ir preparando una moneda catalana independiente (o varias) en honor de Silvio Gesell y del revolucioanrio soviet de Baviera de 1919.
fuenteshttp://blogs.lavanguardia.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario