Hay casos en los que la “desobediencia” o la insumisión a la norma llega desde los propios gobernantes. Así ha ocurrido en determinados ayuntamientos y comunidades autónomas en los que se ha decidido burlar el decreto del Gobierno por el que se dejaba sin paga extra de Navidad a los funcionarios. En contra de este recorte han actuado autonomías como Extremadura, Navarra o el País Vasco, utilizando argucias que, a su entender, cumplían con la exigencia de Rajoy de suprimir la paga que se cobra en diciembre, congelando el dinero destinado en el presupuesto para ese fin y no incluyendo en las nóminas el concepto de paga extraordinaria. La fórmula ha sido el adelanto de la paga de extraordinaria de junio de 2013 a enero de 2013, sobre las que nada señalaba el decreto. Sin embargo, el Gobierno considera que la utilización de esas argucias supone un fraude de ley y prevé recurrirlas.
Más explícito es el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández (BNG) que, al poco tiempo de anunciarse las medidas comenzó a estudiar la posibilidad de eludirlas, por varios motivos. El alcalde considera que la extra es un derecho de los funcionarios, que forma parte de su salario pero, además, su cobro repercute directamente en una población en la que el comercio es una parte fundamental de su economía y la supresión de la misma supondría un freno al consumo. “Sí, somos rebeldes e insumisos”, ha proclamado Fernández, “porque se dedican a perseguir a quienes no han sido responsables de la crisis”, añade. “Bordeamos la legalidad”, asume, ya que, en su caso, los que han hecho ha sido crear un complemento de productividad, que los funcionarios ya han cobrado, y que requería el trabajo de unas horas extras para que fuera cobrado.
fuentes http://sociedad.elpais.com
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