La felicidad en el Camp Nou

Admiro a los hombres que han pasado de los 70, siempre ofrecen a las mujeres un amor para toda la vida". La frase es de Oscar Wilde, y la recordó ayer por la mañana en el Facebook una amiga. El primer día del último mes del año iba a ser largo. Los que trabajamos en deportes solemos tener muchos días eternos, de esos que no se acaban nunca. La jornada empezaba a la una de la tarde con una rueda de prensa antitabaco en el Camp Nou, esa iniciativa innovadora que ahora es avalada por la comunidad europea. Y hasta las ocho no empezaba el Barça-Athletic, y a las diez de la noche, el derbi madrileño. O sea, hasta las dos de la madrugada los que hacemos deportes no saldríamos de las redacciones. Suerte que esto nos apasiona. Y que todavía lo tenemos porque en cualquier momento con la reforma laboral del PP nos pueden decir adiós, y ahí te quedas, en la calle, donde hace un frío del carajo.

La conversación en la red continuó con más protagonistas y derivó en el amor y en el sexo, en quién da amor para conseguir sexo y quién ofrece sexo para conseguir amor. Hasta que un amigo argentino, tan irónico como Wilde, Groucho o Allen, al mismo tiempo que animaba la tertulia agradecía que el tema estuviera candente. Sólo que él rompió el ambiente morboso en el que estaba desarrollándose el intercambio de mensajes. "Gracias por divertirme durante estas horas, porque hasta las ocho que juega Messi no sabía qué hacer". Fue protestado. Cambiaba el tema como Iniesta dribla rivales en los ángulos de las áreas. Y cuando fue protestado por enturbiar el tema con el fútbol respondió: "El arte, en todas sus formas, alimenta el espíritu, y Messi, Xavi, Iniesta y demás escogidos nos lo brindan cada semana". Hubo quien ya no entendió de qué se hablaba. Si de amor, sexo, fútbol o qué clase de arte. 

Los que teníamos que esperar a las ocho pudimos entender de lo que hablaba nuestro amigo de Facebook. Hablaba de otro tipo de amor. De una forma de felicidad diferente. Del sexo del fútbol. De un arte completamente distinto. Y que lo practica el Barça. Un fútbol maravilloso que no sólo encandila al Camp Nou sino que enamora a todo el mundo. Juega Messi, marca Messi. Juega Iniesta, marca Cesc. Juega Xavi, anota Adriano. Juega el Barça, se estrena Piqué. Juega el Barça, se divierte el público del Camp Nou. Goza el aficionado culé. Disfruta el simpatizante barcelonista desde Barcelona a Colombia pasando por Londres. Y los mensajes de satisfacción de muchas partes del mundo llegan a la redacción. Gente satisfecha con ese fútbol que inspira, con ese juego que cautiva, con el amor a esos colores. Deleita el Barça. No hay equipo que se resista a su toque, y uno no alcanza a describir si lo que busca el equipo es más amor, más cariño de todas las partes del mundo, o simplemente la excelencia. No hay resultado que le valga. Juega igual en casa que fuera. Siempre pensando en el triunfo. Presionando al rival como si perdiera. Con Messi insaciable, buscando goles como si nunca hubiera marcado uno y ya lleva 84 este año, 21 en la Liga y 28 en la temporada. Es un Barça que siempre busca la sonrisa. Que siempre intenta ser el mejor con la belleza. Es centenario el Barça, pero sus protagonistas actuales son jóvenes que hoy en día ofrecen todo el repertorio que tienen para conseguir ser queridos por su afición, para conquistar todos los corazones posibles. Da igual el sexo. Aquí sólo se ofrece amor, felicidad, aunque no se tenga 70 años. Es arte, es verdad. Es poesía en el fútbol. Es el fútbol convertido en arte. Es el Barça en su esencia, incomparable.

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