El ganador no es la incógnita en estas elecciones, por lo que Artur Mas, presidente de la Generalitat y candidato de CiU, puede meditar ya la composición del nuevo Gobierno. Con el objetivo de la mayoría absoluta lejano, la entrada en barrena del PSC le asegura ser la única opción de Gobierno. Aunque de momento el presidente no ha pensado como será el nuevo Ejecutivo, según explicó ayer en una entrevista en ABC Punto Radio. “Pensaré a fondo después de las elecciones”, dijo. Aunque sí avanzó que será continuista. “No debe haber muchos cambios de estructura. Es posible que pueda haber algunos, pero es un Gobierno muy joven”, explicó el presidente de la Generalitat. Los dos años que ha durado la legislatura hasta que Mas volvió a convocar eleccionespermiten al presidente argumentar que el tiempo de sus consejeros no se ha agotado.
El desafío del Gobierno, sin embargo, es muy diferente al del primer gabinete de CiU, constituido en enero de 2011. Si en ese momento la fijación era atajar el déficit y la crisis, el gran reto del nuevo Ejecutivo será convocar la consulta por la autodeterminación con la que la federación se presenta a estas elecciones. Ello obligará al Gobierno a tener un perfil más político que técnico: un espacio en el que incluir a consejeros como el de Empresa, Francesc Xavier Mena, o el de Sanidad, Boi Ruiz (ambos los más cuestionados esta legislatura) es más difícil.
Quien no estará en el nuevo Ejecutivo es el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida. La presencia del democristiano en la Generalitat se especuló en 2010, cuando Mas se planteó ofrecer al secretario general de CiU el puesto de conseller en cap. Esta vez no sucederá, dijo ayer el líder nacionalista: “No nos hemos planteado su entrada. Duran se presentó a las generales hace un año con el compromiso de estar cuatro en Madrid, y en principio el esquema que tenemos es este”. La única representación actual de Duran en el Gobierno de la Generalitat es como presidente de las cuatro comisiones bilaterales entre el Estado y la Administración catalana, lo que ha motivado la presencia en varias ocasiones del democristiano en las reuniones semanales del Ejecutivo.
Uno de los cambios que Mas tiene claro que hará en su Gabinete tras el 25-N es la promoción de los asuntos exteriores. Actualmente la responsabilidad está a cargo de un secretario general (esta legislatura, Senén Florensa), y Mas quiere que en el próximo mandato un consejero asuma directamente esa gestión.
El calendario poselectoral será similar al que Mas se encontró en 2010, cuando las elecciones fueron el 28 de noviembre. El presidente catalán fue investido presidente casi un mes después, el 27 de diciembre. Mas desea formar Gobierno rápidamente para ponerse a trabajar, pero el tiempo que tarde dependerá de su resultado electoral: si requiere de pactos con ERC y PSC —él mismo ha descartado al PP— o puede gobernar con mayoría absoluta. Mas ya ha avisado de que las nuevas acusaciones de corrupción pueden mejorar sus expectativas electorales, pero los 68 diputados que le dan la mayoría, según los sondeos, están todavía lejos.
FUENTES http://ccaa.elpais.com
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