lunes, 11 de febrero de 2013

Mejor para todos

Qué quiere decir imputado? Es una calificación procesal que se define como una garantía. Así, cuando los jueces creen que de unos determinados hechos se pueden derivar, ni que sea por simples indicios, responsabilidades para el citado a declarar, le piden que vaya asistido por un abogado para dar a su declaración todas las garantías procesarles necesarias. Nada más. En la práctica, la imputación se ha convertido a menudo en condena social anticipada. Si unos informes policiales poco fundamentados, una actuación voluntarista y precipitada de la Fiscalía dan pie a una información mediática poco rigurosa, la citación judicial del imputado equivale a una condena social, difícilmente reversible. Y la experiencia demuestra que muchos imputados no llegan a juicio y son absueltos por los tribunales. Entonces la noticia ya no es titular. El mal ya está hecho.

Esta práctica debería rectificarse, porque hace mucho daño a la justicia. El fiscal no puede ver limitado su deber de acusar por el mal uso mediático que se haga de sus actuaciones; y los medios no pueden dejar de informar de lo que, por su trascendencia posible -aunque sea de futuro-, puede ser de interés para la sociedad. Pero los afectados no pueden ser víctimas de una percepción social errónea. ¿Qué hacer? Porque lo cierto es que el imputado no es culpable; es y seguirá siendo inocente hasta tanto una resolución judicial inapelable no diga lo contrario. Y la imputación no libera a policías y fiscales de demostrar, más allá de intuiciones y convicciones, que su acusación está fundamentada en pruebas contundentes. Las pruebas que el juez y los tribunales deberán evaluar para hacer justicia, más allá de la repercusión mediática de los hechos, presentados a menudo como incuestionables sin serlo ni constituir ningún tipo delictivo.

Hemos de librar a la justicia de esta presión. Y nada más adecuado que recuperar para el imputado lo que la ley dice: una garantía para su defensa justa. Así, jueces y fiscales trabajarán con más independencia, más libres, sin miedo a ocasionar perjuicios que, por innecesarios, no deberían condicionar su actuación. La imputación no prejuzga, simplemente garantiza. No interpretemos, antes de hora, la actuación de la justicia. Sería mejor para todos.

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