domingo, 22 de septiembre de 2013

No todos piensan igual

Las urnas eligieron a Mas president de todos los catalanes, y no solo de los nacionalistas, con lo cual está traicionando a parte de su pueblo.
No tiene derecho a afirmar “el pueblo reclama”, sino “parte del pueblo sí, pero otra no”. Su obligación es luchar por todos, manejar sus recursos para que los catalanes vivan mejor, pero los gasta en cosas bien diferentes. Lo único que conseguirá con la consulta es dividir a los catalanes. ¿Cuánto tardarán los que pierdan en pedir, como en Canadá, la repetición del referéndum? Félix Ovejero recordaba en estas páginas que la mayoría (55%) tiene el castellano como lengua materna. ¿Cómo los convencerá para salir de Europa? El nacionalismo ilusiona, pero en el fondo genera odio hacia el que no piensa igual.
Lo único seguro es que una ruptura crearía graves daños personales y económicos tanto a unos como a otros.— José María Acosta Vera.Madrid.

Joan B. Culla afirma en su respuesta a Josep Duran Lleida que “las alternativas no independentistas presentan el inconveniente de ser bilaterales o incluso multilaterales”. Tiene más razón que un santo. Las independentistas son endogámicas: sin España, sin Unión Europea, sin ONU, sin OTAN, sin... Es el desiderátum de la tribu.— Eduardo Goligorsky. Barcelona.

En el debate sobre la adhesión de Cataluña de la Unión Europea o el contrario después de su hipotética independencia, ninguna de las partes involucradas parece recordar que hay un precedente directo de estas circunstancias.
Entre 1848 y 1962, los cuatro départements franceses de Argelia fueron administradas como una parte integral de Francia —no como una colonia— a un grado mucho mayor en términos administrativos que los acuerdos gubernamentales que vinculan España con Cataluña hoy.
El voto de Argelia a favor de la autodeterminación y posterior independencia en su referéndum de 1961 condujo directamente a su retirada de lo que entonces era conocido como la Comunidad Económica Europea el año siguiente, a pesar de que el artículo 227 del Tratado de Roma señalaba claramente la aplicabilidad del Tratado a Argelia.
Los líderes políticos en Cataluña o bien no han tenido en cuenta en suficiente profundidad las consecuencias de la independencia, o bien no han querido informar a su electorado con precisión acerca de estas consecuencias.
El pueblo catalán seguramente se merece algo mejor de sus representantes elegidos, teniendo en cuenta el carácter trascendental de la decisión que estos mismos representantes le están animando a tomar.— Robert Jones. Barcelona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario