miércoles, 19 de junio de 2013

Yogur de ministros

Se nota una cierta alegría en el pelotón de los ministros. Ya no huyen de la tele: ahora parece que la buscan. En solo siete días hemos visto a Luis de Guindos y a José Manuel García Margallo con Ana Pastor (El objetivo, La Sexta) y a Miguel Arias Cañete conPablo Motos (El hormiguero, A-3 TV). O sea, que por ahora eligen salir en el Grupo A-3. No es que salgan a decir grandes cosas. Pero se les nota unas ganas muy hermosas de ejecutar posturismos garbosos. De los tres, el que ha protagonizado el número más vistoso ha sido Arias Cañete. Le habían preparado una bandeja de yogures, todos caducados, para que hiciera delante de toda España aquello que dijo tiempo atrás: que se los comía con la fecha de caducidad sobrepasada y se quedaba tan satisfecho. Lo hizo: se comió uno caducado hacía 22 días. Luego Pablo Motos le recordó que también había dicho que se duchaba con agua fria. ¡Ahh! Entonces en casa nos sobrevino una gran excitación. Pensamos: ahora le van a desnudar y le pondrán bajo la ducha, en bolas. Hombre, un ministro en pelota picada, en la tele, es un oportuno golpe de transparencia. Pero ni se desnudó ni se duchó: hizo que se ducharan otros. ¡Ahh! Siempre hay un fidel servant dispuesto a sacar a un ministro de un atolladero. O sea, la ley de transparencia que preparan me temo que va a ser lo que le dijoJulián Assange a Jordi Évole«Las leyes de transparencia las hacen los gobiernos para blindar la opacidad de lo que no quieren que se sepa».
Arias Cañete se come un yogur que caducó hace 22 días (A-3 TV).
El ministro Margallo, con Ana Pastor, también nos ofreció un momento pintoresco. No fue un posturismo visual. Fue una sorprendente confesión. Después de que Ana le pasase una selección de momentos Margallo, una antología de frases y declaraciones campechanas y espontáneas, le dijo, con reconocimiento: «Se agradece que de vez en cuando un político diga lo que piensa». A lo que el ministro respondió:«Bueno, ya es anormal que piense. Y que encima diga lo que piensa es todavía más anormal». ¡Ahh! Se quedó pasmada Ana Pastor. Mitad maravillada, mitad traspuesta, preguntó: «¿En los políticos es anormal pensar?». Y el ministro respondió: «Se piensa solo lo políticamente correcto. Y eso es una restricción». Hombre, esta yogurterada televisiva de ministros puede ser el preludio de una inminente entrevista de Rajoy en la tele. Quién sabe, quizá se haya dado cuenta de que no puede seguir haciendo de holograma perpetuo.

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