miércoles, 19 de junio de 2013

Espiados

Angela Merkel y Barack Obama se mirarán mañana con recelo. Tras el escándalo revelado por The Guardian gracias a la voluntad y la confesión del joven Edward Snowden, hoy sabemos que estamos indefensos ante el espionaje masivo que EEUU ha hecho de nuestras comunicaciones. Y que los más espiados han sido los alemanes. Merkel no es un prodigio de empatía, como bien sabemos los del sur, pero mañana Obama, por muy presidente de EEUU que sea, no va a estar cómodo.
Lo que Snowden pone de relieve no es solo que nuestros derechos están por los suelos, sino que se trafica con nuestra intimidad a través de una empresa subcontratada. Booz, Allen & Hamilton es la consultora que pagaba a Snowden 82.435 euros al año para que nos espiara para la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana. El poder político ha conseguido desde septiembre del 2001 que estemos descalzos en los aeropuertos y semidesnudos para defender nuestros derecho a la intimidad, pero bajo el eficaz mantra de la amenaza terrorista hemos bajado la cabeza hasta donde les ha hecho falta.
El lado positivo
La UE ya entrega numerosos datos de sus ciudadanos a EEUU, como los de los pasajeros aéreos o las transferencias bancarias, pero no tiene la garantía de que el uso de esos datos respete los estándares europeos, y sobre todo, no puede actuar en reciprocidad. Pero ahora la situación es tan grave que, por inimaginable, no tomamos aún conciencia de su magnitud. Tienen nuestras llamadas. Nuestros e-mails. Lo tienen todo, si quieren. Y encima no solo es el Gobierno, sino también las empresas de suministros.
De un tiempo a esta parte he entendido que lo mejor en la vida es intentar ver el lado positivo de las cosas, por lo que creo que, pese a todo, mañana puede ser un gran día. Seguro que veremos como Merkel y Obama, como líderes mundiales que son, transformarán la crisis en oportunidad. Y se darán cuenta de que gracias a Snowden y a sus examigos espías tienen la herramienta que todos buscábamos. Lo tienen todo. Las comunicaciones y los e-mails de los banqueros, los políticos, las agencias de calificación, los reguladores, los notarios, los especuladores, los gobernantes, los que estaban en los consejos de administración de Bankia, Bárcenas... De todos los defraudadores, hasta de los que se esconden en los paraísos fiscales. O sea que gracias a este invento americano tenemos las pruebas para empurarlos a todos. Solo necesitamos voluntad política para cambiar algunas leyes y listos.
¿Y quién va a dudar hoy de la voluntad política, cuando en Europa nos dicen que los recortes no se aplican por gusto sino por necesidad ya que no hay recursos? Seguro que Merkel yObama lo van a hacer. Ahora todo el mundo sabe que está al alcance de su mano, a un solo clic. Basta con usar bien toda esa información que han capturado ilegalmente. Si lo hacen, les podemos perdonar que nos hayan robado nuestros datos, nuestros derechos y nuestra intimidad. Si ahora los utilizan para cazar a los responsables, recuperar nuestro dinero y hacer que salgamos de la crisis, hasta les aplaudiré. Yes, they can. Si no lo hacen, será que no quieren.

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