jueves, 18 de julio de 2013

Rudi exige una “posición activa” y “despejar dudas” ante la corrupción

Desde el pasado enero, no hay discurso de un dirigente del PP que pase por alto alguna referencia a la corrupción. El estallido del caso Bárcenas ha obligado a los populares a enfrentarse a su pasado y a bucear en la contabilidad de los últimos veinte años. Y el creciente desapego a la política, unido a un desgaste del modelo bipartidista sin precedentes reflejado en todas las encuestas, lleva a los principales representantes del partido mayoritario a manifestar abiertamente su indignación y el rechazo a las conductas impropias ante esta "crisis, muy grave, de ejemplaridad pública".
Así la ha calificado hoy la influyente presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, en su intervención en la primera jornada del debate sobre el estado de la comunidad. En plena polémica por la gestión de Mariano Rajoy de las repercusiones del escándalo del extesorero, y cuando la decisión del presidente sobre su comparecencia en el Congreso de los Diputados está todavía en el aire, la dirigente popular ha exigido una “posición activa” y “despejar dudas” frente a la corrupción.
Tras apelar a la "responsabilidad" en el servicio público, ha manifestado que esta virtud "no puede significar someterse a presiones interesadas ni asumir culpas que no existen, pero exige una posición tan activa como sea necesaria para despejar las dudas que haya sobre cualquier persona o sobre cualquier actividad".
"Cuando la política debe ser capaz de ofrecer lo mejor de sí misma para cambiar el rumbo de nuestro país y superar la crisis, nos encontramos seguramente en uno de los momentos de mayor descrédito de esta actividad", ha reconocido Rudi. Por ello, ha considerado que "la inmensa mayoría de los políticos, de todos los partidos y desde luego del mío, trabajamos honradamente para que a la sociedad le vayan mejor las cosas, para solucionar problemas y para construir un buen futuro para todos".
La presidenta de Aragón ha ahondado en el discurso esgrimido por la dirección nacional del PP. Esto es, conductas como las de Luis Bárcenas indignan y resultan inadmisibles para los políticos honrados. "A quienes hemos dedicado una muy larga parte de nuestra vida al servicio público", ha señalado, "nos resulta insoportable el clima de desconfianza que inunda hoy nuestra vida pública; un clima causado por unos cuantos, pero un clima que nos afecta a todos y que entre todos debemos disipar".
"Nuestra responsabilidad como políticos, ante los posibles casos de corrupción, no puede limitarse a invocar una posición jurídica equivalente a la de cualquier particular", ha agregado Rudi antes de hacer referencia a los procedimientos judiciales: "Sin perjuicio del respeto a los derechos legítimos de cualquier persona, los políticos, especialmente los que hemos pedido a los ciudadanos la confianza de su voto para gobernarlos, tenemos una responsabilidad añadida". En este sentido, considera que "el nivel de exigencia en estos casos lo establece la sociedad, y lo hace porque ese es el vínculo que une la confianza recibida con la responsabilidad debida".
"Quiero insistir con toda claridad", ha indicado en su intervención, "en algo que me parece evidente: no puede ponerse en cuestión todo ni a todos. Porque no es justo, porque no lo merecemos y porque es una actitud socialmente devastadora. Pero es imprescindible terminar con la corrupción o ella terminará con nuestro sistema democrático. Hay que combatirla sin la más mínima reserva; hay que llegar al fondo de cuanto sea o parezca oscuro".

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