miércoles, 31 de octubre de 2012

Oliu pide a los políticos un "Estado calmado" y un "marco de convivencia estable


El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha pedido hoy a los políticos la construcción de "un marco de convivencia estable y aceptado por todos". El directivo se ha referido de esta forma a la polémica sobre una eventual independencia de Catalunya al pedir a la clase política que haya "un Estado calmado que permita poder hacer negocios con la suficiente seguridad jurídica".
Según el presidente de Sabadell, es necesario que tanto los políticos catalanes como los del resto de España sepan crear "un marco de convivencia estable que sea aceptado por todo el mundo".
Banco Sabadell tiene actualmente el 70% de su negocio fuera de Cataluña y buena parte de este volumen en el resto de España, y además, el 80% de los accionistas del banco que preside Josep Oliu residen fuera de Cataluña.
Oliu, ha asegurado hoy que 2013 será "otro año de recesión", en el que España seguirá estando "bajo la tormenta", aunque ha afirmado que "aquellos factores externos que se empiezan a solucionar comenzarán a generar expectativas positivas".
En un desayuno informativo organizado por el diario Expansión y la firma auditora KPMG, Oliu ha asegurado que 2013 será un año muy similar a éste, con una "realidad difícil", aunque las expectativas serán "algo más positivas", informa EFE.
De hecho, Oliu calcula que quedan "uno o dos años más de desapalancamiento", por lo que no espera que en 2013 España vuelva a tener la confianza y el crédito de los inversores, aunque "quizá sí" en 2014.
Josep Oliu cree que las empresas y las familias ya han dado pasos para rebajar su grado de endeudamiento, aunque a un ritmo moderado, pero que el sector público, que considera "sobredimensionado", aún no lo ha hecho.
Precisamente ayer, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, aseguró: "Estamos saliendo de la crisis", y añadió que se veían "señales esperanzadoras".
Por otra parte, Oliu ha destacado el papel "clave" que tiene la unión bancaria europea para conseguir "separar" el riesgo bancario del de la deuda soberana y, preguntado sobre qué le pediría a la canciller Angela Merkel, ha contestado: "Que gaste".
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha augurado hoy que el "banco malo", denominado Sareb, generará déficit público con independencia de su diseño, y ha asegurado que no prevé una caída brusca en el precio de los inmuebles, tal como pronostican algunos "economistas naif".
En un desayuno informativo organizado por la firma auditora KPMG y por el diario Expansión, Oliu también ha dicho que el Sabadell "no ha decidido aún si entrará en el banco malo", y ha comentado que, como en el caso de cualquier operación corporativa que pueda estudiar, todo dependerá de la "rentabilidad esperada".
El máximo responsable del Sabadell, que ha recordado que habría preferido que el Sareb fuera público, ha concluido que del déficit público "no se escapará de ninguna manera" el Estado.
Y es que, si el banco malo fuera público, la aportación de capital y la asunción de la deuda iría "contra déficit público", mientras que si la mayoría del capital está en manos privadas, el déficit público "se manifestará de manera importantísima cuando el Estado quiera privatizar cualquiera de los bancos" nacionalizados.
En cualquier caso, Oliu no cree que la puesta en marcha del banco malo comporte un desplome de los precios, dado que, si se pretende que el 55 % del capital esté en manos privadas, los fondos privados esperaran una rentabilidad anual elevada, en torno "al 25 o 26 %", según Oliu.
En este sentido, ha recordado que una cosa es el precio de transferencia de los activos tóxicos al banco malo y otro el precio de venta de estos activos, que ha de contener "esa tasa de beneficio" esperada por los inversores privados.
Por ello, ha desmentido la visión de los "economistas naif" que pronostican una caída muy importante del precio de los inmuebles y que sostienen que se venderán a un precio inferior al de traspaso al banco malo.
Preguntado por si el Sabadell está interesado en hacerse con CatalunyaCaixa, Oliu ha asegurado que se guiará por el mismo criterio que el usado para decidirse o no a entrar en el banco malo: la rentabilidad.
En este sentido, ha afirmado que el Sabadell quiere obtener "como mínimo" un rentabilidad financiera del 16 o el 17 %, y que "no tiene ninguna especial predilección" por una entidad u otra.
Respecto al Banco Popular, ha asegurado que estará entre las entidades más solventes -encuadradas en el grupo 0, según la clasificación de la auditora Oliver Wyman- cuando concluya su ampliación de capital.
Precisamente ayer, el presidente del FROB, Fernando Restoy, aseguró que el banco malo empezará a operar en diciembre con cerca de 45.000 millones de euros en activos tóxicos aportados por las entidades en manos del Estado, que se los venderá con un descuento medio del 63 % para garantizar a quien invierta en la sociedad una rentabilidad futura de al menos el 14 %.


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