martes, 7 de enero de 2014

Recuerde que cuando

Hay un elemento de lo obsceno en el primer ministro va a la televisión para decirnos que este es "el año de la recuperación económica", aunque la congelación del salario mínimo a € 645 al mes - y el senderismo de la electricidad y los precios de ferrocarril en el negocio.El círculo se completa con un aumento insuficiente de las pensiones estatales (0,25 por ciento). Si esto es lo que ustedes llaman la recuperación, que no se siente de esa manera a la mayoría de nosotros.
Rajoy lleva etiquetas de año: 2012 fue el año de la austeridad, 2.013 de las reformas y de la recuperación de 2014 (y 2015 de las elecciones).Pocos ciudadanos les importaría a utilizar el término "austeridad" para los sacrificios enormes y desiguales, las "reformas" de los recortes permanentes en los sistemas de bienestar y la defensa de los salarios, y la "recuperación" para cualquier cosa que no puede efectuar ninguna mejora sustancial en el horrible niveles de desempleo.
La 15 ª temporada de la exitosa serie de televisión de Como Pasó Cuéntame (Recuerde cuando) pronto comenzará. La muestra repasa los acontecimientos de los años 1970 y 1980 en España, al final del régimen de Franco y la transición a la democracia, según la experiencia de una familia de clase media en Madrid.
La serie es ahora en 1982, año en que Felipe González y sus socialistas empezaron la enorme tarea de construir un Estado de bienestar moderno (pensiones, la educación, la sanidad, las prestaciones por desempleo, negociación colectiva), y de poner un foco más pesado sobre la igualdad en las políticas económicas . Cuéntame es la versión edulcorada de un tiempo de poner el pasado detrás de nosotros, de arrastrar a nosotros mismos de los países subdesarrollados hacia la modernidad.
El primer ministro también dijo que 2014 sería el año en el que dejamos atrás el miedo
Pero ahora nuestro país, España, está en una fase espectacular de regresión. En este trabajo, David Trueba escribió recientemente que, para ser exactos, y mostrar lo que está pasando en este momento, debería haber una versión inversa de la serie: "Se comenzaría con la voz entusiasta de Carlitos [el niño en la serie] , ¿quién te iba a decir sobre la tierra progresiva vivió en - con la educación gratuita, atención médica al alcance de todos, una red de protección del bienestar, la nueva arquitectura brillante subiendo a la derecha e izquierda, las perspectivas de progreso y estabilidad - y luego seguir adelante hacia un futuro que hedores del pasado ".
Un futuro inmediato con el 26 por ciento de la población activa en paro, en el país europeo (con la excepción de Chipre), donde los salarios han caído más en el año que ahora termina, con más de 200.000 empresas desaparecidas; con una deuda pública que se está levantando en el ritmo de 10 millones de euros al mes (en dos años ha subido 24 puntos, del 69 al 94 por ciento del PIB), con un crecimiento espectacular en el número de hogares que encuentran dificultades para hacer a fin de mes; con casi dos millones de familias en las que no uno recibe un ingreso, con el aumento de la emigración de los jóvenes y educados, y la falta de voluntad de muchos para registrarse como desempleados, ya que no sirve para nada (las dos últimas circunstancias que explica por qué el número de personas registradas por lo tanto se ha reducido en 2013 - no porque tengan encontrado trabajo, como Rajoy tuvo el descaro de decir en su conferencia de prensa year's-end). Etcétera.
El primer ministro también dijo que 2014 sería el año en el que dejamos atrás el miedo. No especificó qué tipo de miedo que los ciudadanos se sientan. Pero se escribe en todas las encuestas: el miedo de perder su trabajo, de no poder llegar a fin de mes, de quedarse atrás en una distribución de la renta y de la riqueza que se está haciendo más regresiva, como resultado de las políticas económicas que se ejecutan, el miedo a perder aún más de las cosas buenas de la vida ordinaria. Y una especie más difuso, pero creciente temor a que los políticos electos para que nos ayuden a solucionar los problemas públicos, no pueden hacerlo porque las decisiones más importantes se toman lejos de donde los políticos son. Todo lo cual genera una desconfianza de la democracia y de su capacidad para encontrar soluciones.


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