lunes, 28 de diciembre de 2015

El PSOE, en el vía crucis de los pactos

Sánchez, entre la espada y la pared, busca negociar con Podemos, pero excluyendo el referéndum en Cataluña que ha soliviantado a los barones


El resultado de las elecciones del pasado domingo ha colocado al PSOE en una incómoda posición, pues si bien todos en el partido están de acuerdo en que no cabe respaldar la investidura de Mariano Rajoy, la alternativa de buscar una mayoría que sustente un gobierno "de cambio" -como defiende su líder, Pedro Sánchez, en caso de que el PP fracase en el intento- inquieta, y mucho, a los barones socialistas.
Esto es así porque Podemos, la fuerza que habría de ser el primer y más nutrido aliado del PSOE, ha puesto como condición para llegar a acuerdos la celebración de un referéndum soberanista en Cataluña.
El partido morado hace otras exigencias a los socialistas. Así, una "ley de emergencia social" que acabe con los desahucios y saque de la pobreza energética a las familias con menos recursos, y el fin de las llamadas "puertas giratorias" en política. Y al menos la primera de ellas la considera más "urgente" que el ejercicio del derecho a decidir, que, así y todo, sigue juzgando "imprescindible.
Sin embargo, es el debate sobre esta última "línea roja" el que está tensando la cuerda socialista, pues con él Podemos aprovecha para atacar astutamente el liderazgo de Sánchez y desgastar al PSOE, cuyo espacio electoral aspira a ocupar.
Pablo Iglesias es perfectamente consciente de que los barones -con la andaluza Susana Díaz a la cabeza- se oponen frontalmente al referéndum catalán, y sabe asimismo que, aunque Sánchez tampoco lo quiera, intentará negociar con él y convencerle de que ceda en esa pretensión y abrace su propuesta de reforma de la Constitución para convertir a España en un Estado federal.
El problema es que algunos barones ven tan peligroso el acercamiento a Podemos -y tan volátil y heterogénea la mayoría en que podría traducirse la ambición de Sánchez de presidir ese gobierno "de cambio"- que ya han advertido que prefieren que el PSOE continúe en la oposición.
Pues no se trata sólo de que 27 de los 69 diputados de Podemos pertenezcan a sus tres marcas territoriales -cada una de ellas conformada, a su vez, por varios partidos-, sino de que para alcanzar los 176 escaños que marcan la mayoría absoluta en el Congreso sería preciso también sumar las actas de IU (2), CC (1), PNV (6) y, lo que es peor, los 8 de Democràcia y Llibertat (DiL) o los 9 de ERC, partidos independentistas.
La andaluza Susana Díaz, el extremeño Guillermo Fernández-Vara, el castellano-manchego Emiliano García-Page o el asturiano Javier Fernández no ven nada clara esta operación. Hoy mantendrán una reunión informal con Sánchez para consensuar la propuesta de pactos que saldrá del comité federal del lunes. Y este simple hecho es ya indicativo de la tensión que se vive en las filas socialistas desde el 20-D.
Algunos, como el extremeño Fernández-Vara, se han quejado de que Sánchez no haya hecho autocrítica por los resultados, que, con ser mejores que los augurados, suponen la pérdida de 20 diputados respecto a 2011.
Otro motivo de tensión entre el secretario general y los líderes de algunas federaciones socialistas puede ser la firmeza con que el pasado miércoles, después de decir "no" a Rajoy en la Moncloa, Sánchez afirmó que la política de pactos es de su exclusiva competencia. El jueves, Díaz tuvo que recordarle que "la política de alianzas se decide en el comité federal del partido".
Estas tensiones no redundan sino en beneficio de Podemos, porque, si el PP sigue gobernando, la culpa no será suya, sino de los socialistas; además, ellos y Ciudadanos (C's), como fuerzas emergentes, serían los que saldrían menos perjudicados si hubiera que celebrar, de nuevo, elecciones en mayo. Y todo el terreno que el PSOE se deje comer, por su incómoda posición, será para quienes aspiran a sucederle en el espacio socialdemócrata.
fuentes:  http://www.lne.es/espana/2015/12/27/psoe-via-crucis-pactos/1860868.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario