miércoles, 23 de abril de 2014

Depresión regional

La recesión ha abierto todavía más la brecha entre regiones ricas y pobres en Europa. Las estadísticas de Eurostat reflejan con precisión que el problema del desempleo en España está muy lejos de resolverse, a pesar de las continuas proclamas del Gobierno sobre la recuperación en ciernes. Andalucía es la región europea con la tasa más elevada de paro (36,3%) en 2013, seguida de Ceuta (35,6%), Melilla (34,4%), Canarias (34,1%) y Extremadura (33,7%). Cinco regiones españolas encabezan el ranking nada halagüeño del desempleo, lo cual da una medida de la inquietante situación de la economía española. Pero es que entre las 10 regiones europeas con más parados están también Castilla-La Mancha, en sexto lugar, y Murcia, en noveno.
El balance regional de Eurostat no permite triunfalismo alguno; señala exactamente el muy corto alcance que la débil recuperación del crecimiento está teniendo sobre el problema más grave de la economía española hoy y, muy probablemente, durante los próximos cinco años. No es que España sea la economía europea con más paro; lo es Grecia, con el 27,5%. Pero el desempleo endémico parece cebarse en regiones españolas por razones estructurales que los economistas y el propio Gobierno deberían analizar en profundidad.
El tratamiento europeo de la crisis financiera con recetas de ajuste presupuestario, austeridad y recortes en el Estado de bienestar, está deprimiendo todavía más a las regiones mencionadas, con menos capacidad para generar empleo estable. Las políticas macroeconómicas preocupadas tan solo en la corrección del déficit estatal se han olvidado olímpicamente de las diferencias de partida entre las regiones de cada Estado. Tales diferencias en origen exigían decisiones selectivas (inversiones orientadas, recortes discriminados) para evitar un agravamiento en la desigualdad regional.
Además, existen serias dudas sobre la calidad y fortaleza de la recuperación en ciernes. España es el país de Europa con más contratos a tiempo parcial forzosos. No es solo que el desempleo en España alcance un volumen tal que probablemente necesitará una década para reducirse a tasas similares a las anteriores a la crisis; es que la expectativa de empleo futuro es de muy baja calidad. Si la recesión parecía una oportunidad para corregir desequilibrios, hoy por hoy parece que se ha desaprovechado.
fuenteshttp://elpais.com/elpais/2014/04/15/opinion/1397588094_950158.html


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